10.18601/16577558.n35.17

Pensar, debatir y aportar a las relaciones internacionales, una lectura necesaria para la disciplina

Reseña de libro

Frasson-Quenoz, F. X. R.; Marín-Aranguren, E. M.; Trejos-Mateus, F. D.; Garay, J.; Rayran-Cortés, M. A. y García, P. (2020). Pensar, debatiry aportar a las Relaciones Internacionales, Bogotá: Universidad Externado de Colombia.

Carlos Eduardo Sánchez Becerra*

* Estudiante de séptimo semestre de pregrado en gobierno y relaciones internacionales. Universidad Externado de Colombia, Bogotá (Colombia). [carlos.sanchez16@est.uexternado.edu.co; cesb.2507@gmail.com]; [https://orcid.org/0000-0002-9282-3068].

Recibida: 31 de mayo de 2021 / Aceptada: 11 de junio de 2021

Para citar esta reseña: Sánchez Becerra, C. E. (2022). Pensar, debatir y aportar a las Relaciones Internacionales, una lectura necesaria para la disciplina. [Reseña del libro: Frasson-Quenoz, F. X. R.; Marín-Aranguren, E. M.; Trejos-Mateus, F. D.; Garay, J.; Rayran-Cortés, M. A. y García, P. (2020). Pensar, debatiry aportar a las Relaciones Internacionales, Bogotá, Colombia: Universidad Externado de Colombia]. OASIS, 35, pp. 357-360. DOI: https://doi.org/10.18601/16577558.n35.17


Con la conmemoración en el 2019 del centenario de la consolidación de las relaciones internacionales como disciplina, era de esperar una considerable producción de documentos, estudios y análisis frente a esta ciencia social. Asimismo, y desprendiéndose de la perspectiva más tradicional (haciendo referencia a las llamadas teorías mainstream de las relaciones internacionales: realismo, liberalismo y constructivismo), es que surge la necesidad de desarrollar un trabajo revisionista en esta materia con el fin no solo de actualizar muchos de los postulados que podrían quedar escuetos dentro de la disciplina, sino manifestarlos en torno a una perspectiva latinoamericana. Es de esta manera que se presenta el texto Pensar, debatir y aportar a las relaciones internacionales, un conjunto de reflexiones y análisis ejecutados por F. Frasson-Quenoz, E. M. Marín-Aranguren, F. D. Trejos-Mateus, J. Garay, M. A. Rayrán-Cortés, M. Martínez y P. García, que hacen parte del Observatorio de Análisis de los Sistemas Internacionales, Oasis.

El texto, entonces, parte de la premisa de la necesidad de una perspectiva latinoamericana dentro del estudio de lo internacional, donde el elemento transversal del texto es evidenciar las limitaciones que la teoría mainstream ha representado, pues ha dejado fuera agentes, disciplinas o instituciones, que resultan imperantes al momento del estudio de las relaciones internacionales. Asimismo, los capítulos se articulan de modo que, a pesar de que algunos puedan tener enfoques más distantes que otros, esta variedad analítica consigue dibujar un panorama más completo con el fin de incentivar al lector a seguir la discusión presentada en la obra. Pensarse el rol del Estado dentro de las dinámicas internacionales, la importancia de la interdisciplinariedad dentro de esta ciencia social, la inclusión de nuevos actores que permitan observar cómo en la contemporaneidad el Sistema Internacional se compone de una gobernanza global multinivel y no de la figura del Estado como manifestación última de la vida internacional son algunos de los temas que aborda el libro.

Ahora bien, por lo general se asocian estos textos como una serie de documentos académicos que se cierran en un círculo intelectual que, en lugar de democratizar el conocimiento, aislan la discusión de los que -se supone- son expertos en la materia de estudio; sin embargo, este no es el caso del libro que nos trae el observatorio Oasis. Si bien es cierto que el conocer elementos de una metodología de la investigación ameniza la lectura, este texto involucra una crítica de la teoría mainstream; explicaciones de otras disciplinas como la sociología, la economía, la psicología o la ciencia política, y la inclusión del lector como participe de esta serie de debates dentro de la materia. Por ello, alimenta no solo el debate de las relaciones internacionales, también se proyecta como un texto que se demuestra inclusivo para quien esté interesado en empezar un acercamiento a las ciencias sociales, como uno inherentemente multidisciplinario.

En el primer capítulo, Florent Frasson-Quenoz, presenta la importancia de la inclusión de un análisis metodológico que permita, desde el llamado "exilio", poder interpretar los cambios a los que las relaciones internacionales se encuentran supeditadas. Para ello, se propone la inclusión de los conceptos del pensamiento de Bourdieu al marco del estudio internacional: doxa, habitus e histéresis; y es desde este marco que se plantea la investigación como una que busque desprenderse del estadocentrismo y la dependencia en términos teóricos, conceptuales y epistemológicos. Así, resuelve la necesidad de pensar en una escala de múltiples actores dentro del Sistema Internacional y cuidarse de la necesidad de mercantilizar el conocimiento y formalizar el lenguaje científico.

Siguiendo el volumen con el segundo capítulo, en el texto de Erli Margarita Marín-Aranguren y Francisco Daniel Trejos-Mateus, exploran la inclusión de la gobernanza global desde una perspectiva teórica con el propósito de reconocer a la sociedad civil global (SCG) como un actor emergente y relevante dentro de los estudios de las relaciones internacionales, criticando la falta de inclusividad que el mainstream ha tenido con diversos actores. De modo que, no solo se evalúa la relevancia de la SCG, sino la necesidad de incluir la gobernanza global como un elemento teórico y no solamente conceptual.

Por su parte, Javier Garay en el tercer capítulo propone una alternativa a la teoría de la dependencia (la cual se ha manifestado con anterioridad como una variante latinoamericana para el estudio de las relaciones internacionales), que es el uso de la escuela austriaca (EA). Con esta se buscan implementar no solo elementos económicos para la teoría, sino también el de incluir modelos analíticos como el del individualismo metodológico para presentar dicho acercamiento. Sin embargo, la perspectiva de un corte más neoliberal deja de lado aportes de la teoría de la dependencia necesarios para el desarrollo de la crítica que pretende subsanar con la inclusión de la EA; asimismo, las visiones individualistas dentro del estudio de lo internacional pueden concurrir en un fallo analítico respecto a las nuevas visiones que se deben trabajar para la inclusión de nuevos agentes, como también el de tener en cuenta que los que ya venían de antes no van a desaparecer.

En seguida, en el cuarto capítulo, Manuel Alejandro Rayran-Cortés presenta la lectura de la tecnología como una institución política y social, desde una perspectiva neogramsciana, y el rol que esta significa para la política y la vida internacional. De modo que no solo trae una reconceptualización de la tecnología, sino que se presenta una visión de las instituciones con los elementos de la teoría crítica que se integran lo suficientemente bien, no solo para comprender las discusiones que el investigador trae, sino también, presentando los elementos necesarios para poder hacer lecturas propias de los avances tecnológicos y cómo pueden los mismos concernir al orden mundial, las relaciones de producción y, de manera transversal con los demás capítulos, a las formas de Estado.

Después, Miguel Martínez presenta un capítulo que explora la inclusión de la psicología dentro del estudio de lo internacional. Este capítulo, consigue presentar una conceptualización sobresaliente de la identidad social y la relación de cómo esta es un factor imprescindible para las relaciones internacionales como variable que debe permear toda perspectiva dentro de la academia. Asimismo, este capítulo destaca no solo por conseguir argumentar, de manera eficiente, cómo la identidad y un estudio desde la psicología social de la misma, permean en toda decisión y acción de los actores internacionales, sino que, además, llega a representar lo que el libro en general busca al resaltar el Sistema Internacional como uno fuera de los límites Estadocentristas y el uso de una metodología y estructuración lo suficientemente comprensible como para hacer más fácil la inclusión del lector a las reflexiones del investigador. En definitiva, este es el capítulo más completo y mejor desarrollado de todo el volumen.

Finalmente, el libro cierra con el capítulo a cargo de Pío García, en el que se evalúan una serie de problemas de corte epistemológico y ontológico dentro de las relaciones internacionales, los cuales solo podrían verse solucionados mediante la acción multilateral fuera de ser solo un objeto de estudio dentro del mainstream. Asimismo, es dentro de un escenario que aboga por el multilateralismo una solución viable para la confrontación de los retos a los que el Sistema Internacional se ha visto ligado en la actualidad.

El texto no solo materializa la necesidad de considerar el estudio de las relaciones internacionales como una conmemoración disciplinaria, debido a que consigue hacer un ejercicio de revisión teórica lo suficientemente completo para dar lugar a la crítica de los postulados del mainstream mientras presenta propuestas, sea para complementar vacíos en el estudio de las relaciones internacionales, o para promover nuevas alternativas que ayudarían a generar perspectivas de cambio académico. Es, en definitiva, una lectura necesaria para el estudio de las relaciones internacionales, no solo por el revisionismo que se manifiesta capítulo a capítulo, sino también porque recuerda la importancia que esta disciplina tiene dentro de las ciencias sociales.