Estado de la vegetación en localidades abandonadas por “desplazamiento”, en los Montes de Maria Sucre, Colombia

Los Montes de María, con una superficie de 6.927 km2 constituyen una subregión del Caribe colombiano, integrada por varios municipios de los departamentos de Sucre y Bolívar, caracterizada por la presencia de bosque seco tropical alterado, debido a la actividad agrícola, ganadera y minera. En 3.600 ha de seis sectores situados entre los municipios del Carmen de Bolívar (Bolívar) y Ovejas (Sucre), se hizo un inventario de la flora existente (método de las parcelas) y se midió la altura y DAP de las plantas. La riqueza promedio de especies fue de 32. La diversidad biológica resultó relativamente baja y similar en todos los sectores y la altura y diámetro de los árboles evidencian un bosque secundario de unos 20 años de antigüedad, producto de... Ver más

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2027-4297

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2014-01-03

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Descripción
Sumario:Los Montes de María, con una superficie de 6.927 km2 constituyen una subregión del Caribe colombiano, integrada por varios municipios de los departamentos de Sucre y Bolívar, caracterizada por la presencia de bosque seco tropical alterado, debido a la actividad agrícola, ganadera y minera. En 3.600 ha de seis sectores situados entre los municipios del Carmen de Bolívar (Bolívar) y Ovejas (Sucre), se hizo un inventario de la flora existente (método de las parcelas) y se midió la altura y DAP de las plantas. La riqueza promedio de especies fue de 32. La diversidad biológica resultó relativamente baja y similar en todos los sectores y la altura y diámetro de los árboles evidencian un bosque secundario de unos 20 años de antigüedad, producto del abandono de estas tierras por el conflicto armado. La composición florística entre localidades resultó diferente, quizás porque se forman a partir de la actividad aleatoria de organismos dispersores, así como por el escurrimiento del agua. Solo Bulnesia arborea (guayacán) se encuentra en peligro, mientras que Myroxylon balsamum (bálsamo de olor) y Sabal mauritiiformis (palma amarga) aparecen como casi amenazadas. Mediante encuesta y observaciones directas se determinó que las principales amenazas para la flora son la tala para uso doméstico y la actividad ganadera, agrícola y la minería ilegal. Se recomienda la utilización de corredores biológicos y cercas vivas, así como la reforestación con especies nativas.